30.6.09

Alfabeto por el Ensemble Kapsberger

Alfabeto, oeuvres de Foscarini, Pellegrini, Granata, Corbetta
17 tracks - Mp3 192 - RAR 120 Mb - Covers+Booklet

Rolf Lislevand,
guitare baroque & direction
Arianna Savall,
harpe & voix
Thor-Harald Johnsen,
guitare "battente"
Eduardo Eguez,
chitarriglia & guitare "battente"
Bjørn Kjellemyr,
colascione
Paolo Pandolfo,
viole de gambe soprano
Michael Behringer,
orgue positif & clavicorde
Pedro Estevan,
percussions

Ensemble Kapsberger

2001 Astrée/Naive

En último término la interpretación auténtica o histórica es otra visión estético-musical.
Es otro enfoque que puede y debe ser tan válido como Furtwängler o Menuhin tocando un Concierto de Brandenburgo. Y con este álbum pretendo intentar explicar mi punto de vista.
Hoy se desplaza hacia un costado las intepretaciones de la vieja escuela centroeuropea de directores de orquesta, tachándolas de "experimentos", o más benévolamente de "románticas". Se habla de que no ocupaban instrumentos históricos o que teniéndolos aplicaban otras técnicas, que las orquestas estaban sobredimensionadas, el rubato, el vibrato, y un largo etcétera. Se menciona casi como un pecado que aquella era la visión propia de Klemperer, de Beecham. Como si Pluhar, McCreesh, Haim, Rousset y otros carecieran de "su visión" y crearan desde una objetividad casi angélica respaldada por estudiosos, luthiers, manuscritos y -no menor- un mercado discográfico que se ha mostrado extraordinariamente acogedor con estos revolucionarios de anteayer que trajeron nueva música y nuevos auditores/compradores a un mercado difícil.
Pues bien señores, la objetividad es un bien tan escaso y acaso imposible en los ámbitos de la sensibilidad como el que más.
Pretender dar una visión excluyente al término auténtico me parece algo muy soberbio, y me parece que nuestros antepasados se merecen algo más de respeto.
Y qué puede tener que ver todo ésto con el disco Alfabeto?
Nadie puede discutir los pergaminos HIP de Rolf Lislevand, ni de quienes lo acompañan en esta ocasión (entre ellos el formidable Eguez), ni nadie pondrá en duda el intenso estudio y preparación sobre fuentes históricas que el guitarrista noruego pone en cada proyecto, nadie tampoco dejará de poner atención en su guitarra modelo italiano del siglo XVII. Sin embargo, y así lo da a entender Lislevand en un momento de lucidez y humildad en las notas del disco, si bien la melodía puede ser derivada de la lectura de los manuscritos, la armonía y el ritmo necesariamente deben venir de fuentes contemporáneas o de otras obras del autor. Y ahí se introduce un elemento de discrecionalidad tal que nuestra ecuación de autencidades, de objetividades, se va un poco al cuerno.
Y nos quedamos entonces con la visión de Lislevand.
Porque a fin de cuentas prima su elección de ritmos, acentos y armonías.
La música es una experiencia auditiva, y a no ser que alguien logre descubrir una brecha en el espacio-tiempo, jamás nos será dado oír a Kapsberger, a Marais y a sus cuerdas de tripa de gato, o a los anónimos músicos que tocaban el Roman de Fauvel.
Dejémos que el mismo Lislevand nos lo cuente: "The written words of poetry are poetry, and painted forms and colours are painting, but musical notation is not the music, and cannot alone testify to the experience of music. The further back we go from our own time, the less we can rely on musical notation to tell us about the music itself".
Si lo anterior no implica entonces trabajar con un enfoque propio para acercarse a este repertorio, entonces me perdí.
Si bien suena un poco burdo, la música es buena o mala. Genera sensaciones en tu oído o no, y eso es independiente de etiquetas, escuelas, luthieres más o menos.
Y acá, con Alfabeto, tenemos un ejemplo sobresaliente. De la buena.

29.6.09

Integral de Rameau por Scott Ross (Stil)

L'Intégrale de Pièces de Clavecin au Château d'Assas
3 CD - Mp3 256 - RAR 295 Mb - Covers (incomplete)

Scott Ross, clavecin

1975 Stil



*** NEW LINKS***


27.6.09

La 'Lucrezia' de Gérard Lesne

'Lucrezia'. Cantates pour Alto Solo
9 tracks - Mp3 320 - RAR 93 Mb - Cover+info

Gérard Lesne, alto
Il Seminario Musicale

1991 Virgin

Klimt


La Música, Gustav Klimt.

25.6.09

Vivaldi Récital de Philippe Jaroussky 2005

Vivaldi Récital de Philippe Jaroussky (Paris, 23 January 2005)
13 tracks - Mp3 128 - RAR 62 Mb - No covers, booklet or info at all

Philippe Jaroussky, haute-contre

Ensemble Matheus (?)
Jean-Christophe Spinosi

Paris 2005

Personalmente no creo que el hoy ya muy famoso contratenor francés Philippe Jaroussky tenga -como se dice usualmente- una voz angelical.
Solemos pensar que la ausencia del tradicional y pesado vibrato belcantista transforma una voz en algo digno de
knabenchor. Y por lo mismo Harnoncourt, un ejemplo, les entregaba los roles de alma o angel a chicos de voces blancas. Una vision muy influenciada, a mi parecer, por la escuela inglesa de interpretación histórica que se impuso desde la década del '70 hasta hace casi una década con Hogwood como estandarte.
A diferencia de lo anterior yo veo en Jaroussky a un cantante con una visión teatral, retórica, sensual (en un sentido
earthy, diríamos). La voz del cantante francés, entonces, está más en la línea de lo que hoy se entiende por Barroco.
El concierto que se ofrece en esta ocasión es uno entrañable. Como se dice en mi país, el joven cantante
patina (yerra) en muchos de los complicadísimos y demandantes trinos y jugarretas vocales que el cura pelirrojo le exigía a sus solistas (siento que Vivaldi veía a sus cantantes como una suerte de violines, algo muy barroco dado que en esta época se busca que los instrumentos hablen y todo se mira desde un enfoque vocal), pero volviendo al punto éstos son errores de gigante, intentonas de genio que busca encontrar su punto de equilibrio. No acudimos aquí al derrumbe de una voz como en la triste entrega de Rolando Villazón y los Gabrieli Players en el reciente disco de Handel.
Por el contrario, Jaroussky está relajado nadando en un medio amable y propio, tanto así que hasta se da el tiempo de bromear ofreciendo canciones de Aznavour a un público que se rinde a sus pies. La audiencia está cautiva de la joven voz, y los bravos y los aplausos emocionados e impulsivos resaltan de manera dramática (barroca) las piezas seleccionadas.
Presumo, dado que no tengo los datos fehacientes, que el contratenor se acompaña del formidable Ensemble Matheus, dirigido por Jean-Christophe Spinosi. Esto por varias razones. En esta época Jaroussky y el director estaban abocados al disco
Heroes y el repertorio de éste recital se compone en su mayoria de temas sacados de este disco. También la orquesta suena como Matheus, vibrante y enérgica, llena de fuego -la sinfonia que abre el concierto es irresistible.
Como se burlarán (en el limbo, el cielo o el infierno, donde sea que se encuentre) de Stravinsky quienes hoy vuelvan a leer sus infames declaraciones acerca de que Vivaldi había escrito una y otra vez el mismo concierto (!), frases dictadas, imagino, desde una confortable habitación californiana con aire acondicionado y murallas enchapadas en madera de caoba, las mismas que hoy encierran un silencio de heladas soberbias muertas y humilladas por el devenir histórico y estético.
Y bien, siguiendo a nuestro difunto amigo Stravinsky aquí encontrarán 13 veces la misma aria repetida en cada ocasión de manera singular y magnífica.
Talbot, Sardelli y tantos nombres de ilustres musicólogos que se me escapan le han hecho un favor incalculable tanto a las compañías discográficas -proveyéndolas de material fresco- como a nosotros, humildes oyentes, descubriendo nuevas óperas del cura veneciano. Y me imagino que aún podemos esperar más descubrimientos basándonos en las vanidosas declaraciones de Vivaldi quien decía que se demoraba más escribiendo un concierto que componiéndolo en su mente.
Un concierto inigualable, pleno de emoción, juventud y brío. Una dicha.

24.6.09

Vivaldi - XII Suonate di Manchester

XII Suonate a Violino solo, e Basso per il Cembalo
2 CD - Mp3 192 - RAR 215 Mb - Covers

Fabio Biondi, violino
Rinaldo Alessandrini, cembalo & organo
Maurizio Naddeo, violoncello
Paolo Pandolfo, contrabasso
Rolf Lislevand, tiorba & chitarra

1992 Arcana

19.6.09

Juan Sebastián se deshace de su peluca


Die Kunst der Fuge BWV 1080
19 tracks - Mp3 160 - RAR 104 Mb - Covers+info

Oliver Boekhoorn, oboe, oboe d'amore, english horn
Raaf Hekkema, soprano & alto saxophone
Ivar Berix, B flat & E flat clarinet
Jelte Althuis, basset horn & bass clarinet
Alban Wesly, bassoon


Calefax Reed Quintet

2000 MDG Scene

Bach Rid of His Wig
by Ivar Berix

Notes on The Art of Fugue

Since its founding in 1985 Calefax has occupied itself more intensively with Johann Sebastian Bach's The Art of Fugue than with any other composition. Raaf Hekkema began with a first arrangement in 1990, we began playing smaller selections in 1994, en in 1999 we were able to perform a complete version. During all these years The Art of Fugue has become increasingly dear to our hearts. We have become acquainted with this work step by step and learned how to play it better in close contact with it. In addition, we have varied the instrumentation repeatedly so that at present the five musicians employ a total of ten instruments.

Recently in particular, however, it has also become clear to us that The Art of Fugue is indeed a very sensitive composition. It is not without reason that it has continued to be the subject of new discussion among musicians and musicologists. A great many still unsolved riddles surround the work. Here we would only like to mention a few of these questions. Why did Bach not prescribe an instrumentation and what significance does this have? What is the proper order of the parts? Should one adapt the part writing in an ensemble performance? Should one follow the first edition or the manuscript? Why did the Contrapunctus XIV remain unfinished? Can one even perform an unfinished work? If yes, how should one deal with such an abrupt ending? Was The Art of Fugue intended for practical performance? Or was it perhaps instead a theoretical (learning) piece concerning counterpoint? Our occupation with these and many other (still unresolved) questions was very productive for us. We sometimes also felt the danger that the performance of this music was becoming a less spontaneous, almost theoretical matter.

Our encounter with Contrapunctus XIV by the Dutch artist Pascal Möhlmann was therefore a relieving experience. In this painting one sees Bach before a background of fourteen golden stripes. The expression on his face suggests very attentive listening or observing. The piece of paper that he is holding in his right hand contains the fragment of a musical score and represents one possible ending of the unfinished Contrapunctus XIV. When we consider Bach himself, we notice at second glance that he has finally taken off his wig 250 years after the Hausmann portrait. We see a human being! A somewhat corpulent man with a stubble beard who outdid most of his genial colleagues as a musician. The human quality revealed to us for a moment in this portrait increased our desire not to continue to spin Bach into his own mystical web. We simply want to play his music and, if necessary, to adapt his music to the instruments available to us, just as he adapted his music to the instruments available to him. Respect need not mean keeping one's distance. What one wants to view respectfully from close up is something that one can take one's time to absorb into oneself. What one regards with tender esteem brings with it an invitation to pleasure. After all, the best baker in town has a practical goal in mind, namely that people eat his bread.

***

www.goldberg-magazine.com
Igor Kipnis


Aunque la supuesta "última obra" de Bach sigue siendo todavía objeto de controversia en varios aspectos, como el del orden ideal de las piezas, la mayoría de los musicólogos especializados en Bach están de acuerdo en que, por lo que respecta a la instrumentación, el medio recomendado es un instrumento de tecla. Sin embargo, desde el punto de vista del color, la variedad tímbrica y la claridad de las partes, es comprensible que hayan sido tantos los intérpretes que han optado por plantillas diversas que recorren toda la gama posible, desde dos instrumentos (como un dúo de pianos) hasta un tratamiento para cuerdas u orquesta completa, pasando por conjuntos de flautas dulces, cuartetos de cuerda o de saxofón y bandas. Aunque ha habido ya conjuntos instrumentales mixtos, sobre todo del siglo XVIII, esta interpretación es quizás la primera que incluye una combinación de instrumentos antiguos y modernos, en este caso oboe, oboe d'amore, corno inglés, saxofones soprano y alto, en si bemol y mi bemol, y clarinetes bajos, corno di basetto y fagot, todos ellos instrumentos de lengüeta.

Es muy interesante oír cómo los cinco músicos se conjuntan para producir con sus instrumentos un sonido muy convincente que consigue diferencias más eficaces que, por ejemplo, un grupo de cuerdas moderno. Una de las razones de este resultado es, quizá, la articulación más definida de los timbres de las maderas y la claridad resultante en las voces. El orden de los contenidos es razonable: cada uno de los cánones a dos partes aparece intercalado entre los diversos grupos de fugas. El trabajo se completa con la fuga final (inacabada, pero concluida con el coral habitual). Desde un punto de vista estilístico, mi versión preferida del Arte de la fuga con varios instrumentos sigue siendo el CD bastante reciente de Concerto Italiano y Rinaldo Alesandrini en Opus 111. Pero vale la pena escuchar esta nueva interpretación por su fuerte expresividad y su claridad textural.

15.6.09

Emblema

F. Couperin - Apothéose à la mémoire de Lully & 3 Sonates

Apothéose à la mémoire de Lully & 3 Sonates
36 tracks - Mp3 320 - RAR 146 Mb - Covers+Booklet

Sigiswald Kuijken, Lucy van Dael, violino
Wieland Kuijken, violoncello & basse de viole
Adelheid Glatt, basse de viole
Barthold Kuijken, Oswald van Olmen, flauto traverso & flauto diritto
Bruce Haynes, Paul Dombrecht, oboe
Hansjürg Lange, fagotto
Robert Kohnen, cembalo

1973, 1975 Seon/Sony

¡Una resurrección! Aunque parcial... Esta grabación mítica de Seon, realizada en 1973 bajo la dirección de Wolf Erichson, comprendía seis discos de vinilo con los Concerts Royaux, la Apothéose de Corelli, la Apothéose de Lully, los Goûts-Réunis y tres sonatas: La Sultane, La Steinquerque y La Superbe. RCA sólo había vuelto a publicar en compacto los Conciertos, los Goûts-Réunis, las Apothéoses y La Superbe. Ahora, Sony recoge tan sólo la Apothéose de Lully y las tres sonatas. Este batiburrillo no debe hacernos olvidar lo esencial: el carácter propiamente histórico de la grabación, que reúne en torno a Sigiswald Kuijken a un batallón de agitadores, escandalosos en su momento, que trabajaron por la renovación de las prácticas instrumentales. Varios amigos tejen en torno a los tres Kuijkens el nuevo ovillo del lenguaje barroco a la francesa, sus golpes de arco y sus adornos.
Como sucede con cualquier manifiesto, el entusiasmo genera los fallos inherentes a las cualidades. Se trata, a fin de cuentas, de la primera concreción de un largo trabajo teórico un tanto doctrinal. La sequedad de ciertas frases, la acritud de los violines y la falta de implicación afectiva en la ejecución son otros tantos escollos que hoy parecen evidentes y de los que los propios intérpretes se han desembarazado en buena medida. Prestemos, pues, a este disco la atención emocionada y lúcida de una generación a sus maestros.
SOPHIE ROUGHOL

(citado sin permiso del excelente portal de música antigua Goldberg)

12.6.09

Sainte Colombe. Concerts à Deux Violes Esgales - Savall & Kuijken (1976)

Concerts à Deux Violes Esgales
5 tracks - Mp3 320 - RAR 113 Mb - Covers+Booklet

Wieland Kuijken, basse de viole de 7 cuerdas (anónimo, inicios s.XVIII)
Jordi Savall, basse de viole de 7 cuerdas (anónimo, fines s.XVII)

1976 Astrée

Para mí la música de Marais y de St. Colombe está íntimamente asociada a la ya vieja película "Tous Les Matins du Monde". Es pueril, pero a falta de retratos del obscuro autor francés me imagino al maestro de Marais con el rostro del actor del filme, J.P. Marielle, y creo que no podría ver otra película suya sin riesgo de herir mi mitología personal. Ya verán cómo otros difieren conmigo en ésto.
Así, la visión de un cineasta -Corneau- que trabaja sobre la fantasía de un escritor -Quignard- sobre una historia transcurrida hace 400 años, y que recién fue llevada al relato testimonial 50 años después de ocurrida por los periodistas de la época, me sugiere un juego de espejos ambiguo y sugerente donde el sonido de las cuerdas rasgadas deviene soundtrack perfecto.
No sé si Marais tocaba La Reveuse a los pies de la cama de la hija de St. Colombe, ni tampoco sé si ella existió. Ni siquiera existe certeza de la identidad del mismo St. Colombe, fuera de un puñado de datos de archivo. A fin de cuentas no me importa. Toda esa vaguedad me agrada, y me sirve como marco para una música que no puedo ni quiero abandonar jamás.
Y bien, como veremos a continuación, a través del testimonio del novelista Pascal Quignard, todo ese juego de abalorios se desató a raíz de éste disco, el primer monográfico dedicado a Monsieur de Sainte Colombe a diez años del descubrimiento de sus partituras (1966).


“Me recreé en la evocación de Sainte Colombe en “El Salón de Wurtenberg”, novela que apareció en 1986. Y en “La lección de música”, en 1987. Y en “Todas las mañanas del mundo”, novela que escribí en 1990. Y en “Terrasse à Rome”, novela publicada a principios del año 2000. Aún hay otro libro a punto de aparece e impregnado de él, que habla de su vejez, de su regreso a Inglaterra. No sé si algún día osaré confiárselo a un editor. La extrañeza invade la última línea de la novela: “No era sino tristeza, hambre, rabia, arrogancia, herida”. Así concluye, de manera apenas explicable, el relato.
Nada sé aún de su muerte.
Nada se sabe de su infancia. De su adolescencia.
Descubrí a Sainte Colombe tras comprar un disco negro que habían grabado Wieland Kuijken y Jordi Savall en 1976. Contenía cinco de sus “Concerts à deux violes esgales”, entre los que figuraban el “Tombeau Les Regrets”, diez años después del descubrimiento de las obras de Sainte Colombe en Ginebra, en 1966.
La imagen de Sainte Colombe me quedó para siempre impregnada del semblante de Jordi.
Más enjuto tal vez.
En mi manuscrito, estas palabras lo definían: “Desapacible, humilde, libre, pacato, huidizo, intempestivo, refinado, astuto, sutil, brusco, misterioso”.
Siempre creí que Madame de Sainte Colombe se parecía, como se parecen dos gotas de agua, a la Palas romana de Ravello. Alta, mucho más alta que Sainte Colombe, de senos preciosos, plácida, robusta, segura, generosa, rotunda, tranquilizadora. No hay ni una sola palabra, en los cuatro libros que acabo de mencionar, acerca de su singular vida, anterior a la muerte que se la habría de llevar.
En 1986, Karl Chenogne, el protagonista de “El Salón de Wurtenberg”, viola y narrador, escribe: “Desde el otro extremo del auricular, una voz que cruzaba el océano Atlántico me pedía que grabara la integral de las obras para viola de Sainte Colombe, que escribiera una biografía, que reuniera la iconografía para una caja, un gran lanzamiento, un catálogo para una exposición, y que anotara los elementos principales para una película-romanza... Dos fundaciones norteamericanas y una universidad de California correrían con los gastos de producción. Un director de renombre se haría cargo del proyecto cinematográfico. Parecía como si todo el universo, de pronto, descubriera a Sainte Colombe...”.
Tuvieron que pasar cinco años para que el contenido de la novela superara a la realidad; o, cuando menos, para que llamara su atención.
Y no se produjo en California, sino en París.
Recuerdo mi primer encuentro con Jordi, en 1990. Había leído mi novela: tanta era su concentración que en él veía a Sainte Colombe. Se refería a ella como lo habría hecho Sainte Colombe. Estaba espléndido, y nada ansiaba más, por aquel entonces, que entrar en contacto con personas del mundo del cine. En compañía de Montse, fuimos a Port Royal les Chams. Grabaron bien entrada la noche. Hacía frío. Yo dormía estirado sobre un banco en la capilla.
No asistí, posteriormente, al rodaje de la película.
Un único recuerdo conservo del año 1991.
Se trata de una vieja partitura del siglo XVII sobre la que Jordi copió, a mano, la obra de Sainte Colombe titulada “Les Pleures”, en tinta azul, en clave de do. Al pie de la partitura, Jordi escribió “Para Pascal como recuerdo de un sueño...”. En ocasiones, los sueños trascienden la noche que los alberga. El músico Sainte Colombe ya es tan indiscutible como el pintor Georges de la Tour, quien apenas empezó a existir a finales del siglo XIX y que no habría regresado de no ser por Stendhal y Taine. El imaginario planta sus semillas en la realidad y en le tiempo y poco a poco el tiempo las imbrica y las ramifica, crecen. El arte es tan extraño. La supervivencia es tan extraña. Comenzamos devorando a nuestra madre en su propio vientre. Después, en su leche. Por su mirada, les arrebatamos la lengua. Somos todos ladrones. Al responder a sus sonrisas creamos el sentido. La instrucción no es sino chupar los huesos de los cadáveres, horadarlos, imbuirse de la muerte de nuestros predecesores. La vida es pegarse como parásitos a las obras, a las ruinas de las obras, al recuerdo de las obras. Vivimos rodeados de alucinaciones que apenas disimulan la carencia o la ausencia. Nuestra existencia es precaria y falta de sincronía. Comenzamos demasiado pronto. Morimos, sin excepción, antes de haber madurado.
Lo originario es siempre invisible.
Los auténticos mensajes recorren los cuerpos a espaldas de quienes los intercambian.”

Sainte Colombe. Concerts à Deux Violes Esgales - Savall & Kuijken (1992)

Concerts a Deux Violes Esgales, Tome II
5 tracks - Mp3 320 - RAR 110 Mb - Covers+Booklet

Jordi Savall, basse de viole de 7 cuerdas (B. Norman 1697)
Wieland Kuijken, basse de viole de 7 cuerdas (N. Bertrand 1704)

1992 Astrée-Auvidis


.

11.6.09

La lección de uno de los Padres Fundadores

9 tracks - Mp3 320 - RAR 92 Mb - Covers+Booklet

René Clemencic, flûtes
Peter Widensky, régale, positif baroque
Andras Kecskés, chitarra sarracenica, rubebe, luth, guimbarde
Essmail Vasseghi, tympanon, tambour
Wolfgang Reithofer, tambourin, tambour, darabukka, cymbales, buche

1977 Harmonia Mundi

Compositor, director de orquesta, director y fundador del Clemencic Consort, intérprete de la flauta, clavicordio, clavecín y órgano, musicólogo y escritor, coleccionista de arte....
Este octogenario austríaco de ascendencia centroeuropea, se graduó de la Universidad de Vienna a mediados de los años 50 con estudios en filosofía y música y ya en 1958 fundaba su primer conjunto el Ensemble de Musica Antiqua. Desde 1966 es responsable del ciclo de música antigua de la Gesellschaft der Musikfreunde de Vienna y funda su propio -y ampliamente conocido- consort en 1969.
Ha recibido innumerables premios y galardones y ha grabado más de 100 discos que abarcan un repertorio que va desde el medioevo al avant-garde. Gracias a su trabajo hemos podido conocer obras como Carmina Burana, las Cantigas, el Ludus Danielis, el Roman de Fauvel, obras de Dufay, Obrecht, Ockeghem, Josquin...
Un currículum agotador.
En esta ocasión les presento un disco muy breve pero representativo de este verdadero monstruo y uno de los responsables de que estemos ahora hablando de música antigua. Un verdadero hijo del multiculturalismo de mediados del siglo pasado inmerso en esa lógica eurocentrista noble e ingenua que dio a luz obras/fenómenos tan variados como la UNESCO y la world music.
Ojo con el control de la respiración en la pista 2.

Il Jazz del Cinquecento - Paolo Pandolfo

Improvisando. Il Jazz del Cinquecento
15 tracks - Mp3 192 - RAR 107 Mb - Covers

Paolo Pandolfo, viola da gamba
Guido Morini, cembalo & organo
Thomas Boysen, tiorba & vihuela
Andrea De Carlo, violone
Álvaro Garrido, percusion
Céline Scheen, soprano
Marie Gelis, organo

2005 Glossa


Conversando en una ocasión con mi amigo Esteban me dijo que las Suites para Cello de Bach grabadas por Pandolfo -en viola da gamba- eran NUEVA MUSICA, así tal cual. Al interpretar una obra conocida en otro medio diferente al cual estaba destinada el músico vendría a tomar, también, un rol creador.
Unos años después de esa grabación, que estableció un hito, el violagambista nos sorprende con más Nueva Música. Y yo, que oía música antigua, me empecé a sentir muy a gusto con esta cosa nueva.
Claro que en esta ocasión la opción por lo nuevo es más rotunda. Bueno, no hablo de revoluciones acá sino que de un fenómeno que es delicado y exquisito.
Tomando como base la postura ante la música de los intérpretes de hace 400 años -esto es, músicos que se enfrentaban a un boceto y lo glosaban, lo variaban- Pandolfo y sus amigos se lanzan a improvisar.
No suena a nada muy nuevo, pero sí lo es. En el mundo de la música clásica la improvisación, si no inexistente, es algo muy raro. Pero cobra sentido cuando quienes la practican son músicos dedicados al renacimiento y al barroco, personas que funcionan en la lógica que ya mencionaba. Lo que hace más rara esta empresa es cuan sólida se oye esta música: pareciera música escrita.
Este disco es el fruto de una mente y una sensibilidad poderosas como la de Paolo Pandolfo, un contrabajista de jazz que hace 30 años entro a la música antigua vía Schola Cantorum Basiliensis y vía Jordi Savall -de hecho él ocupa su cátedra en la escuela suiza. Luego de eso vendrían años junto a Hespèrion XX y una carrera solista que se caracteriza por la aventura y el rigor. Su afirmación que más lo caracteriza -a mi juicio- es aquella que dice que la viola da gamba no es un instrumento histórico atado a la música de hace tres siglos.
Eso me encanta. Y este disco también. Encontrarán en él momentos de una ternura que hiere, risas en el bosque del rey, pájaros, danzas, percusión, episodios poderosos y otros muy vehementes. Todo acá es belleza. Emoción.
Circula en internet una entrevista donde Pandolfo reflexiona acerca del proceso de crear este Improvisando y menciona cómo se inspira en Platón y su discusión acerca de la preponderancia de la palabra escrita y la hablada, inclinándose por esta última -en oposición al pensamiento del siglo XXI, que se apoya fuertemente en la sabiduría archivada. Que mejor declaracion de principios.
Improvisar aquí no es sólo lanzarse y ya, es más la reflexión nacida de algo que se comprende muy profundamente. Y cómo no, si los bocetos que se usan para la creación son antiguos amigos como La Spagna, Douce Memoire, Las Vacas, La Folia y otros. Viejos amores que nos han acompañado desde que empezó este renacer musical hace treinta años, a nosotros los aficionados, y también a ellos, los músicos.
Siento que este fenómeno de la Música Antigua, si bien se enfrenta a un cierto estancamiento -natural- presenta a la vez un cierto coming-of-age, una madurez en muchos sentidos. Y este disco es una de las manifestaciones de esa madurez. Tambíen podríamos mencionar el carácter rock-star de Jaroussky, o la incursión (criticada) de un belcantista como Villazon en terrenos handelianos, por nombrar un par de manifestaciones muy notorias (frívolas?).
Como si alguien se dedicara hoy a crear poesía en lenguas muertas, ocupando métricas y rítmicas olvidadas, Pandolfo abre una ventana que te llena de refrescante aire.

Carmina Burana - Historical Recording

Carmina Burana - Clemencic Consort
3 CDs - Mp3 320 - RAR 422 Mb - Covers+Full Booklet

Clemencic Consort
René Clemencic


1975, 1976, 1978 Harmonia Mundi

7.6.09

Prelude Classical Awards 2009: CD of the Year.

J.S. Bach. Sonates BWV 1027-1029, Chorals & Trios
APE CUE - RAR store 325 Mb - Covers+Booklet

Bruno Cocset, alto 'Bettera', ténor & grande basse de violon 'alla bastarda'
Bertrand Cuiller, cembalo & organo positivo
Richard Myron, contrabasso

Les Basses Réunies

2009 Alpha


Hace un poco más de un mes se entregaron los Premios Prelude -que corresponden a la iniciativa de una tienda holandesa de discos, revista y website especializada- y me puso muy contento el saber que este disco fue galardonado.
Al parecer los señores que están a cargo de este premio tienen visiones bastante particulares y, a grandes líneas, se puede decir que se enfocan en las obras de sellos discográficos pequeños, ojalá con artistas que traten repertorios insuales o nuevos. Vendría a ser un premio
underground.
Pero volviendo a este álbum. No podríamos decir que la novedad va por la elección de la música, más bien lo que creo hizo merecedores a Bruno Cocset y su grupo (y es mi opinión pues el jurado de Prelude no suele publicar las consideraciones de sus decisiones) es primero el enfoque estético sobre el repertorio y segundo la instrumentación usada.
Acerca de lo primero podemos decir que el mérito acá es redefinir o quizá más bien borrar los límites entre sacro y secular en la música de Bach. Imbuídos como estamos por la pretensión tan aristotélica de clasificar y poner etiquetas en todos lados, nos olvidamos que tal diferencia no existía en la música que el Cantor de Leipzig creaba.
El recurso de la Parodia (entendida como lo hace Harnoncourt en su ensayo 'Parody Problem on Bach') hace que todo sea mucho más claro: Bach
citaba sus obras en otras, una suerte de reciclaje diríamos hoy, en el que un coral de órgano se transforma en un aria, o un movimiento de triosonata deviene un movimiento de concierto. Una cantata secular en honor de un príncipe se vuelve una de las cantatas del Oratorio de Navidad. Todo encuadrado en un viceversa muy complejo, lleno de esos significados exquisitos y misteriosos de los que la música de Bach está llena.
Así las cosas este disco se ordena en torno a las tres conocidas sonatas para viola de gamba utilizando los corales y los tríos (originalmente para teclado) como marcos de significado a la vez poético y simbólico en cada sonata, configurando trípticos -lo dice el mismo Cocset. Todo lo anterior - la abolición de etiquetas/fronteras, los trípticos- en un nuevo intento por capturar la esencia, la sublimidad y la universalidad de la música. Y vaya si lo logran.
Alla Bastarda -expresión intrigante que se repite por todo el disco-, es la palabra clave en lo que se refiere a la instrumentación. Son instrumentos de la primera mitad del siglo XVII, mitad viola mitad violín, usados en los consort de la época. Virtuosísticos, ideales para la polifonía y los affetti, perfectos para entregar elocuencia a la melodía. Pertenecen a ese momento en la prehistoria de los instrumentos modernos, cuando las nomenclaturas eran vagas (se les llama por la tesitura alto, taille) y no existe certeza absoluta si es que se tocaban entre las piernas o en el hombro.
Pues bien, esos son los intrumentos que Bruno Cocset utiliza en el disco. Detrás de ello hay una intención, también, de conectarse con el Bach que mira tanto al humanismo secular de la Ilustración como al músico pasado de moda que trabaja con contrapuntos, disminuciones y fugas del siglo anterior.
Y no contento con todo lo anterior, el cellista francés en conjunto con el luthier francés Charles Riché construyen una viola
alla bastarda basándose en una pintura del siglo XVII, una Naturaleza Muerta con Instrumentos, del italiano Bettera. Este instrumento inédito ocupa entonces el rol de narrador-mensajero-hilo conductor a través de los tres trípticos. ¡Un Evangelista instrumental, que propiamente bachiano!
Como siempre ocurre con el sello Alpha el sonido es maravilloso y el booklet es un lujo. Tan sólo lamento no poder ofrecer este disco en formato de Mp3 y lamento que el link a éste tampoco me pertenezca, así que las gracias van para KNMN de la website de Avax.

5.6.09

J.S. Bach - Trio Sonatas BWV 525-530

Download RS
18 tracks - Mp3 320 - RAR 155 Mb - Covers+Booklet

Simon Preston, organo

Diego Ortiz - Recercadas del Trattado de Glosas

Download RS
27 tracks - Mp3 320 - RAR 105 Mb - Covers+Booklet

Jordi Savall, viola da gamba
Ton Koopman, cembalo & organo
Lorenz Duftschmid, violone
Paolo Pandolfo, viola da gamba
Andrew Lawrence-King, arpa


Siguiendo la sugerencia del notable Orpheo les incluyo unas notas muy buenas a este disco. No está demás visitar su excelente blog.

4.6.09

Michel de la Barre - Pièces pour la Flute Traversière

16 tracks - Mp3 320 - RAR 94 Mb - Covers+Booklet

Stephen Preston, flauto traverso
Jordi Savall, viola da gamba
Blandine Verlet, cembalo
Hopkinson Smith, tiorba


Many years ago, I was in the university and I was to listening to a concert, I newly was experiencing the meaning of the baroque music and for this then quite, from the instruments to the sounds, was a discovery.
In the program an unknown and minor author was appearing -De La Barre- with a work of very particular name: L'Inconnu (the unknown).
It was the first time that I heard a baroque flute and simultaneously such an evocative, delicate, intimate piece. Such a particular sound of the instrument was making me feel as if I heard the musician breathe . Everything in this sonata is like to dive in a dream.
IMHO this modest piece summarizes very well the late French baroque: elegance, containment, rhetorical nostalgia, tendresse.
This is also a very rare album.
Enjoy!

2.6.09

Chet Baker Trio 1979. Montmartre, Copenhagen

Download RS
4 CDs - Variable bitrate - RAR 330 Mb - Covers+Booklets

Chet Baker, trumpet & vocals
Doug Raney, guitar
Niels-Henning Ørsted Pedersen, bass

The year 1979 found the American trumpet player Chet Baker - with 50 years and a career of almost three decades - playing in Europe as one more exile, joining a long list of jazz musicians as Dexter Gordon, for example, that were employed at the famous Copenhagen's Montmartre Jazzhus.
With the stamp of this club in mind we bring you in this occasion a complete cycle of recordings done by the Chet Baker Trio in Copenhagen; a session album, recorded in June: The Touch of Your Lips, and three live discs recorded in the Jazzhus the night of October 4: Someday My Prince Will Come, Live in Montmartre Vol. 1 'Day Break' and Live in Montmartre Vol. 2 ' This is Always ', all under the label SteepleChase.
In all the formation is the same, a trio without battery - perfect support for the Baker of the ' 70 and ' 80- in the one that could develop his intimate vision of jazz. He is joined by the guitarist Doug Raney and the great bassist Niels-Henning Ørsted Pedersen, for a long time associated with the Danish club in varied recordings and discs.
If on the session album the repertoire consists of standards, in the concert of October 4 they are songs less known, in the whole Chet Baker is in great form and in full domain of his musical habillities also the members of the group are very overlapped by the sonority of the trio and demonstrate a great sensibility to the particular sound of the trumpet player.
In spite of the sad and black reputation that always surrounded this musician and that accompanied him up to the death it is important to remember that if he managed to be inside the major leagues of the jazz it was for something more than his personal legend, these discs are an authentic proof of it.